Los buques de la Armada que heroicamente lucharon en la Segunda Guerra Mundial, ahora lentamente se pudren en una bahía de San Francisco.
Y como están siendo remolcados, uno por uno, para el desguace, en pocos años todos habrán desaparecido. Un grupo de exploradores pudieron acceder a los barcos por la noche burlando la seguridad Y como estas impresionantes imágenes muestran, sus esfuerzos sin duda valen la pena.
Descomposición: Una de las naves, que sirvió a los EE.UU. en cuatro guerras (la Segunda Guerra Mundial, la Guerra de Corea, la Guerra de Vietnam y la Tormenta del Desierto)
Dormitorios: Muchas de las habitaciones dentro de las naves, que una vez fueron gloriosas, se han dejado pudrir durante años, todo es tristemente decadente...
Los barcos, que sirvieron a los EE.UU. estan ahora abandonados en la bahía de Suisun, 30 kilómetros al noreste de San Francisco.
Los barcos inactivos, que llegaron a ser cerca de 400, han estado fuera de acción durante una década al menos. 15 de los barcos ya han sido desechados y toda la flota se espera que haya desaparecido para el año 2017. Los fotógrafos, dirigidos por Scott Haefner, tuvieron acceso a los buques en un período de dos años. Se llevaron meses para preparar sus viajes (análisis de los patrones de las mareas y los turnos de seguridad) gracias a eso lograron pasar mucho tiempo a bordo, siempre a escondidas. "Cuando la noticia de que los barcos finalmente serian remolcados para el desguace, sabíamos que teníamos que actuar rápido si queriamos explorar y documentarlos", dijo Haefner.
Desmoronamiento: Otra de las salas abandonadas que sufren el abandono El poder que alguna vez fue....:
Armas en la cubierta del USS Iowa La flota está preparada para ser completamente eliminada en el 2017. "Fantaseamos durante años acerca de subir a bordo y tuvimos que superar numerosos obstáculos para llegar a los barcos. Para cruzar el canal, hemos adquirido una pequeña balsa inflable que era lo suficientemente grande para los tres y nuestro equipo, junto con un pequeño motor alimentado por una batería de coche. La balsa a menudo tenía agujeros y en una ocasión que había que bombear frenéticamente para mantener la embarcación en el agua. En los viajes posteriores, nos pasamos el fin de semana a bordo de los barcos, cada vez en una fila diferente. Debido a que están atados estrechamente en las filas, había muchos barcos para explorar lo suficiente como para mantenernos ocupados durante una semana o más", dijo Haefner.
Espectacular: Todos los trabajos de ingeniería se terminaran en pocos años
Noche: La tripulación dormía a bordo durante varios días a escondidas en los barcos.
Fusiones: El cableado de las naves es totalmente obsoleto después de una década de inactividad.
Dentro: El equipo náutico que fue utilizado por las tropas en batallas a través de la mitad del siglo pasado.
Ocupantes: Los exploradores buscaban las habitaciones mas limpias para dormir "Una de las primeras tareas que teniamos en cada viaje era encontrar un lugar para dormir. Las naves son a menudo malolientes, por el moho y la descomposición, por lo que una habitación con ventanas que se pudieran abrír eran preferibles.
"Por lo general dormíamos en la habitación del capitán, donde encontramos cómodos sofás, camas revatibles, mucho espacio y mucha luz durante el día.
"Nos dormimos durante el día después de la exploración nocturna.
Alrededor del mediodía, nos despertabamos, comiamos y a explorar las entrañas de los barcos.
"Teníamos que tener cuidado de movernos en la cubierta durante el día, para que no nos vea nadie, por suerte, siempre los vimos, o oimos antes que nos vean a nosotros.
Acceso: Pasaron dos años en el proyecto de fotografias y fue planeado durante meses. Puesta del sol: Los barcos están ahora desiertos después de décadas pasadas de guerras.
Durmiendo en la recamara del capitan, eran las mejores habitaciones.
Estos barcos fantasmas, parte de la flota de reserva de la Defensa Nacional (NDRF) supervisada por la Administración Marítima de los EE.UU. (MARAD), se supone que estarian listo para el servicio en caso de una emergencia nacional.
Tal vez unos pocos barcos son en realidad "reserva de lista" y podrían ser activados, ya que la gran mayoría están más allá de su vida útil y se pudren mientras esperan en línea para su eliminación. Muchos barcos de la flota sirvieron en la Segunda Guerra Mundial, como el histórico USS Iowa.
Los buques de guerra se retiraron y fueron colocados en la bahía de Suisun durante décadas a la espera de su próxima batalla, pero la llamada nunca llegó....
En su lugar, han estado sin usar y en gran medida olvidados. Sin embargo, el Iowa es probable que vea un destino diferente al de sus hermanos barcos que esperan su desaparición definitiva en un desguazador. En estos momentos se esta librando una acalorada batalla con el puerto de Los Ángeles (San Pedro) para asegurar los derechos de la nave de guerra y convertirlo en un museo.
Bombas de Tiempo de relojería medioambiental Los barcos han arrojado más de 20 toneladas de desechos tóxicos de pintura que se han asentado en la bahía, donde causan problemas graves que perduraran mucho tiempo después de que las naves se destruyan. A pesar de que el Congreso y el Estado de California ordenó a la MARAD para abordar la situación, no se hizo nada en la mayoría de la década pasada.
Demandas presentadas por los grupos ecologistas tampoco tuvieron éxito en forzar a la MARAD para eliminar los barcos. Sin embargo, después de que Barack Obama asumió en la Casa Blanca en 2008, la marea cambió y comenzó a trabajar con diligencia la MARAD para limpiar y eliminar los barcos.
Planificación Cuando las noticias comenzó a mostrar que los barcos finalmente serian remolcados fuera para el desguace, sabíamos que teníamos que actuar rápido si queriamos explorar y documentarlos. Nosotros habíamos fantaseado durante años con la idea de subir a bordo, pero siempre pareció muy difícil y mas problematico que en otros sitios.
Además, las repercusiones potenciales de las exploraciones son probablemente más graves que en otros lugares.
Un factor intimidante fue nuestra incapacidad para descubrir lo que las sanciones podrían implicar, si nos quedaramos atrapados, lo que hace difícil evaluar los riesgos.
Antes de hacer nuestro primer viaje en el agua, para evaluar qué tan cerca estabamos y como podriamos hacer el abordaje, que junto con las imágenes de satélite, nos ayudó a determinar nuestra ruta.
Más tarde, se realizó una segunda visita sólo para observar a las patrullas de seguridad, sus turnos de 24 horas desde la costa. También compramos un escáner para interceptar las comunicaciones de radio cerca y estudiar los patrones de las mareas, esa fue la planificación de nuestros viajes en consecuencia.
1era Misión de exploración Para nuestro primer viaje, decidimos ir a lo seguro y tratarlo simplemente como una misión de exploración. No llevamos nuestras cámaras o equipos durante la noche, y nos acercamos a los barcos con cautela.
Señales de advertencia colocadas en los cascos indican que permanezcamos al menos a 1500 metros de distancia.
Cuando estuvimos de acuerdo en que era seguro, que violó la barrera de 1500 metros, y encontramos un lugar con buena cobertura en la que se podía alcanzar de una manera posible el barco.
Para nuestra sorpresa y alegría, era más fácil subir a bordo de lo que habíamos imaginado.
Fue una avalancha de alegria enorme subir a bordo por primera vez, pero no nos quedamos mucho tiempo por si acaso, tengamos problemas con los sensores de alarma. Dimos la vuelta sabiendo que era posible nuestra idea.
A bordo de los buques En viajes posteriores, nos pasabamos el fin de semana a bordo de los barcos.La razón principal por la que estabamos el fin de semana es simplemente porque era un reto para salir.
Subir a bordo era física y emocionalmente agotador y fue la parte más riesgosa de la empresa. Una vez a bordo, todo parecía ir más despacio.
La adrenalina y la ansiedad que sentiamos cuando nos acercamos a los barcos al instante se desvaneció una vez que subimos a bordo de forma segura.
Nos pareció fácil relajarnos y disfrutar de la tranquilidad y la quietud de la noche, a kilómetros del ajetreo y el bullicio de la civilización moderna. Hemos escuchado el ruido de los trenes cercanos al pasar, incluso dentro de las naves, pero eso es todo.
Entrar en los barcos era por lo general dificil, a veces imposible. La MARAD bloqueaba casi todas las entradas, pero buscando hay posibles entradas gracias a la persistencia....
Viaje final En nuestro último viaje, visitamos la "fila J," la fila más cercana a la sede de la seguridad operativa las 24 horas.
Que resultaría ser el viaje más terrible de todos, porque tuvimos que pasar cerca de un par de cientos de metros de los guardianes de la marina. Mientras nos preparábamos para salir, teniamos mucho cuidado por la seguridad al inflar la balsa que utilizabamos.
Solo rezabamos para que no nos vean.
En nuestro ultimo viaje tuvimos problemas para irnos ya que antes de salir de la barrera de luz de los 500 metros a la redonda de los barcos, la luz nos ilumino, con un poderoso foco, no sabiamos que hacer, ni que decir, era una derrota, y nos temíamos que nuestro equipo nos delatara.
Luego, sorprendentemente, después de estar en el foco directa de la luz por lo menos durante 10 segundos, esta se movío fuera de nosotros y no pasó nada!!!!
Seguimos remando, a luz volvió por segunda vez, para nuestro terror, pero entonces, la luz se alejo otra vez!!! No podíamos creer que el barco de la armada se vuelva y retroceda, pero aún no estaban seguros de que estábamos fuera de su alcance.
Estamos remando desesperadamente hasta llegar a la costa, temiendo en cualquier momento que pudieran venir por nosotros.
No fue hasta que llegamos a la seguridad del canal pantanoso cuando dimos un suspiro de alivio.
El sol estaba a punto de levantarse y comenzó el coro matutino de los pájaros.
Estábamos agotados y prometimos que este viaje, nuestro quinto, sería nuestra última visita. Lamentablemente, lo fue.
